Existen varias técnicas de conservación de la leche materna para garantizar que la leche se mantenga segura y fresca para su uso futuro. A continuación se detallan las técnicas de conservación de la leche materna en el refrigerador y el congelador:
Conservación en el refrigerador:
Conservación a temperatura ambiente: La leche materna recién extraída puede dejarse a temperatura ambiente hasta 4 horas (idealmente, no más de 2 horas) si la habitación está a una temperatura inferior a 25°C.
Conservación en el refrigerador: La leche materna se puede almacenar en el refrigerador hasta 3-5 días (idealmente, no más de 72 horas) en un recipiente limpio y esterilizado. Lo recomendable es almacenarla en la parte posterior del refrigerador, donde la temperatura es más constante.
Conservación en el congelador:
Conservación en congelador de 2 estrellas (-12 °C): La leche materna se puede almacenar en el congelador hasta 2 semanas.
Conservación en congelador de 3 estrellas (-18 °C): La leche materna se puede almacenar en el congelador hasta 6 meses.
Técnicas adicionales de conservación:
Bolsas de almacenamiento de leche materna: Las bolsas de almacenamiento son una forma conveniente de almacenar leche materna en el refrigerador o el congelador. Las bolsas son fáciles de etiquetar y apilar, lo que las hace ideales para la organización del almacenamiento.
Descongelación: la leche materna congelada debe ser descongelada lentamente, preferiblemente en el refrigerador durante toda la noche, o colocando el recipiente en un recipiente con agua caliente (pero no hirviendo).
Nunca descongelar o calentar la leche materna en el microondas. El calor puede destruir nutrientes y anticuerpos importantes y también puede crear puntos calientes que pueden quemar la boca del bebé.
Es importante seguir las pautas de almacenamiento y manipulación seguras de la leche materna para garantizar que la leche materna sea segura y nutritiva para el bebé.